Antes de afrontar una rehabilitación o reforma de cualquier edificio es fundamental plantear un buen estudio previo, para poder determinar el estado del mismo y el alcance de las actuaciones a realizar; la importancia de la intervención debe ser acorde al estado real del edificio, por lo que previamente se deberán realizar las pruebas necesarias para poder tener el mayor conocimiento posible de su situación.

Para ello deberemos realizar ensayos informativos, consistentes en extracción de testigos de la estructura de hormigón, pilares, vigas y zunchos perimetrales de forjado, que pueden ir acompañados de toma de datos con esclerómetro o ultrasonidos, para así poder abarcar el mayor número de elementos. También serán necesarias la realización de catas para poder saber la composición de cada elemento constructivo del edificio, teniendo en cuenta que numerosos inmuebles (dada su antigüedad) no disponen de suficiente información en los proyectos originales (incluso en algunos casos prácticamente no hay documentación). También con estas catas podremos conocer el alcance de los daños en los elementos estructurales.


Disponiendo de todos estos datos podremos realizar un exhaustivo informe de patologías, enfocado a que la propiedad disponga de toda la información precisa, antes de decidir cuál será la intervención que desea realizar.